Datos, información y conocimiento en áreas de la salud
En el mundo de la salud, cada detalle cuenta. Desde la temperatura de un paciente hasta el historial de una enfermedad, todo puede marcar la diferencia en un diagnóstico o tratamiento. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo pasamos de simples números a tomar decisiones clínicas importantes? Aquí es donde entran tres conceptos fundamentales: datos, información y conocimiento.
¿Qué son los datos?
Los datos son hechos crudos, sin interpretar. En el contexto de la salud, pueden ser números, palabras o medidas. Por ejemplo:
- 38.5 °C
- Frecuencia cardíaca de 98 latidos por minuto
- Glucosa en sangre: 145 mg/dL
Estos valores por sí solos no dicen mucho, pero son la base de todo.
¿Qué es la información?
Cuando organizamos y damos sentido a los datos, obtenemos información. Por ejemplo, si un médico sabe que una temperatura de 38.5 °C indica fiebre, o que una glucosa de 145 mg/dL puede señalar prediabetes, ya está interpretando los datos dentro de un contexto.
En otras palabras, información = datos + significado.
¿Qué es el conocimiento?
El conocimiento surge cuando usamos la información para tomar decisiones, resolver problemas o actuar con base en la experiencia y la evidencia. Es lo que permite a un profesional de la salud decidir qué medicamento administrar, qué exámenes pedir o cómo orientar a un paciente.
Podemos decir que:
- Datos son materia prima.
- Información es lo que entendemos de los datos.
- Conocimiento es lo que hacemos con esa información.
¿Por qué es importante en las áreas de la salud?
En la salud, trabajar correctamente con datos, información y conocimiento puede salvar vidas. Un error al interpretar los datos puede llevar a un diagnóstico incorrecto, mientras que un buen uso del conocimiento puede prevenir complicaciones o incluso evitar enfermedades.
Además, en la era digital:
- Se generan enormes cantidades de datos en hospitales, clínicas, laboratorios y aplicaciones móviles.
- Los sistemas de salud modernos dependen de herramientas que analizan esa información en tiempo real.
- Los profesionales de salud deben aprender a leer e interpretar datos para tomar mejores decisiones clínicas y administrativas.
Ejemplo práctico
Supongamos que un paciente llega a urgencias con los siguientes datos:
- Presión arterial: 180/120 mmHg
- Dolor de cabeza intenso
- Náuseas
Para comprender mejor cómo funcionan los conceptos de datos, información y conocimiento en la vida real, vamos a ver un caso concreto en el campo de la fisioterapia.
Caso clínico:
Una paciente acude a consulta tras una lesión de rodilla sufrida al correr. Durante la evaluación inicial, se registran los siguientes:
Datos recogidos (observaciones y mediciones directas):
- Dolor localizado en la parte interna de la rodilla (escala EVA: 6/10)
- Rango de movimiento limitado: flexión activa de 90°
- Inflamación leve visible
- Fuerza muscular en cuádriceps: 3/5 según escala de Daniels
- Edad: 34 años
- Actividad física regular (corredora recreativa)
Estos son datos puros, sin interpretación clínica aún.
Conversión a información:
El fisioterapeuta organiza e interpreta esos datos:
- La paciente presenta una limitación funcional moderada, posiblemente por una lesión del ligamento colateral medial.
- La debilidad muscular y el rango de movimiento reducido indican que se debe evitar una sobrecarga temprana.
- La inflamación leve sugiere una lesión reciente o en fase aguda.
Aquí, los datos ya se han convertido en información clínica útil.
Aplicación del conocimiento:
Con base en la información, el fisioterapeuta, apoyado en su formación y experiencia, diseña un plan de tratamiento:
- Fase 1 (aguda): Control del dolor e inflamación con crioterapia, vendaje funcional y ejercicios isométricos suaves.
- Fase 2: Mejora del rango articular y fortalecimiento progresivo.
- Fase 3: Ejercicios de propiocepción y reintegro a la carrera mediante entrenamiento funcional.
Además, explica a la paciente los cuidados en casa y adapta el plan según su evolución.
Este ejemplo demuestra cómo:
- Los datos vienen del cuerpo del paciente.
- La información se forma al interpretar esos datos en un contexto clínico.
- El conocimiento permite tomar decisiones para ofrecer un tratamiento seguro y efectivo.
Este proceso es esencial para lograr una recuperación eficiente y basada en evidencia. Aprender a manejar bien estas tres etapas es parte fundamental de ser un buen fisioterapeuta.
Comprender la diferencia entre datos, información y conocimiento es esencial para cualquier estudiante o profesional de la salud. No basta con recibir números: hay que saber leerlos, entenderlos y actuar con base en ellos.
En un sistema de salud moderno, quienes sepan trabajar con estos tres elementos estarán mejor preparados para brindar atención de calidad, basada en evidencia y centrada en el paciente.
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